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Ley 21.561, FESEDUCA y las 40 horas semanales




En el marco de la implementación de la ley de 40 horas, los sindicatos de FESEDUCA se preparan definiendo acciones sindicales destinadas a representar los intereses de sus afiliados(as) frente a reducción de jornada laboral en Chile y sus efectos colaterales.


La ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales genera expectativas y desafíos para los sindicatos de la educación.

 

Sindicatos de diversos colegios en Chile se encuentran en una fase activa de preparación ante la inminente aplicación de la nueva ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. En una reciente reunión, dirigentes y dirigentes sindicales de FESEDUCA; discutieron las implicancias y estrategias para abordar la implementación gradual de la ley, que comenzará a regir a partir del 26 de abril de 2024 con una reducción inicial de una hora semanal.

 

La ley, que busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores sin afectar sus remuneraciones, ha sido destacada como un cambio radical y beneficioso. Sin embargo, también presenta desafíos en su aplicación, ya que no especifica cómo deben adecuarse las jornadas, dejando a empleadores y sindicatos la tarea de diseñar nuevas distribuciones horarias que cumplan con el promedio de 40 horas en un ciclo de cuatro semanas.

 

Los sindicatos han sido enfáticos en la necesidad de tomar la iniciativa y no esperar a que los empleadores impongan sus propias condiciones. Se ha instado a los dirigentes a ser proactivos y presentar propuestas de combinaciones horarias que sean simples y beneficiosas para los trabajadores, tanto administrativos como docentes. Además, se ha hecho hincapié en la importancia de la representatividad sindical y la oportunidad que representa esta ley para fortalecer la afiliación y el poder negociador de los sindicatos.

 

En la reunión, se abordaron también temas específicos como el tratamiento de las horas lectivas y no lectivas, el descanso de colación y las horas extraordinarias. Se aclaró que la ley no distingue entre horas lectivas y no lectivas, por lo que debe considerarse el total de la carga horaria semanal para la reducción.

 

Los sindicatos se preparan para un año clave en el que deberán negociar y acordar con los empleadores la mejor manera de implementar la reducción de jornada, anticipando que las negociaciones serán más complejas en los años siguientes, cuando la reducción sea mayor. La ley ha sido recibida como una invitación a la acción y un desafío para el movimiento sindical, que deberá jugar un rol central en la defensa de los derechos de los trabajadores en este proceso de transición hacia jornadas laborales más cortas.


Luis Fuentealba.

Secretario

FESEDUCA

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